Preparados
para el futuro
Aunque parezca
mucho, un año pasa volando… En menos de un año
tenemos nuevamente que acudir a las urnas. Será
para elegir presidentes comunales, y en nuestro
caso: intendente por primera vez.
Estrenamos una
flamante ciudad, Recreo asomó al umbral de las
puertas del futuro. ¿Pero… estamos preparados para
lo que se avecina? Es la primera vez que
elegiremos intendente municipal, y por ende
también elegiremos concejales. Con todo lo que
ello implica, estos funcionarios tendrán la
difícil misión de mejorar día a día nuestro pueblo
(ciudad), y deberán aprender a escuchar a los
habitantes del mismo. Deberán representar a los
distintos barrios y hacer que nosotros estemos
orgullosos de ellos.
¿Sabe
Ud. a quién debe votar el año que viene? ¿Tiene
alguna remota idea de quiénes serán los candidatos?
Prepárece para la hora decisiva y sepa elegir,
seguro que la mayoría de los candidatos son
conocidos o ya han pasado por la Comuna en
funciones, tanto sea como Presidente Comunal o
como miembros de la Comisión, y es allí donde
nosotros entramos en el “juego”, recordando el
pasado, las acciones de cada uno de ellos, los
discursos dados, las promesas hechas realidad o
las que el viento se llevó…
El ser un funcionario Público implica muchas cosas.
El deber de todo funcionario es en primer medida:
trabajar por su pueblo, escuchar todas las
campanas, no quedarse con una única y egoísta
opinión, ponerse en el lugar de la gente, manejar
austeramente los fondos públicos, o sea los
impuestos que con mucho sacrificio para la gente,
promover el trabajo y su justa remuneración,
permitir que el pueblo se organice para debatir
ideas y que estas sean tenidas en cuenta por el
municipio, entre un sin fin de deberes y
obligaciones más.
No importa de qué bandera política sea el futuro
gobernante de nuestro suelo, simplemente queremos
a alguien que reúna las condiciones para serlo,
que esté capacitado, y no solamente que “toque de
oído”. Muy pronto el ambiente político de nuestro
medio literalmente se transformará en un duelo a “muerte”,
en una “carnicería”, y no hay que ser adivino para
saber lo que vendrá. Todos se sacarán los ojos
para ser candidatos. Este propondrá al amigo, al
pariente o al entenado, otros usarán el sentido
común y simplemente lucharán porque nuestro pueblo
sea mejor.
Como decía William Mitchell Ramsay:
“Vota al hombre que
promete menos, pues será el que menos te
decepcione”
Trabajador
a su trabajo
El Gobierno
Nacional aprobó un aumento en los salarios
mínimos de los trabajadores, los cuales parten
de los $450. Este es un avance en la difícil
tarea de reactivar el país, puesto que ello
contribuye a que los empleados puedan
incrementar el consumo, tanto sea de productos
como de servicios.
Todo es parte de
una gran cadena, porque si en pequeño
consumidor gasta e invierte más, el comercio
hará lo mismo con los proveedores, fabricantes
y productores, el incremento, por pequeño que
sea, favorecerá la producción nacional sin
dudas.
Lamentablemente
existen empresas que seguramente no acatarán
esta decisión, y seguirán pagando sueldos de
miseria o contratos leoninos que perjudican a
los trabajadores, porque queramos o no, las
leyes favorecen tanto a las empresas como a
los empleados.
El sector público
gozará de estos beneficios, pero siguen
existiendo sectores (como algunas comuna y
municipios) que no trasladan estos aumentos a
sus trabajadores.
Hay comunas de la
provincia de Santa Fe que poseen personal
trabajando desde hace años, algunos más de una
década en una categoría poco clara: la
“eventual” algo incomprensible, puesto que
un empleado bajo esta categoría percibe un
monto menor a sueldo básico, menos de $ 300;
se le realizan aportes, se le paga el sueldo
anual complementario (aguinaldo) pero dividido
semanalmente, o sea que nunca puede disfrutar
de él a pleno dos veces al año como todo
empleado normal. EL tema más macabro es que no
cuenta con obra social, servicio de sepelio ni
estabilidad laboral, tampoco tiene derecho a
reclamo, porque no existe gremio ni
herramienta jurídica que lo contenga al menos
en este país.
¿No es el Estado
el encargado de bregar por los trabajadores,
que en definitiva son los que construyen este
país? En este sentido el Estado se transforma
en trasgresor.
No hace falta
auditar a las empresas e investigarlas
buscando cuáles no cumplen con los aumentos de
sueldos, se podría empezar por los municipios
y comunas de la provincia Santa Fe.
La respuesta a
los pedidos de los trabajadores en este tipo
de circunstancias es: no hay presupuesto,
el 80% del presupuesto son sueldos, y un
sin fin de excusas más. Al trabajador
desprotegido no le queda otra que salir con la
cabeza a gachas y sin tener muchas chances de
“retrucar” la respuesta. Literalmente el
empleado es usado, maltratado en el sentido de
la impotencia ante este tipo de hechos.
La falta de
sensibilidad, el poco sentido común y de
responsabilidad son materias aprobadas sin
dudas en la carrera de los políticos que
gobiernas los destinos de los pueblos.

Y Recreo ya
es ciudad…
El jueves
19 de agosto de 2004, la Cámara de Diputados de la
Provincia de Santa Fe, aprobó por unanimidad el proyecto
de ley por el cual se declara a Recreo como ciudad.
Es un
paso importante en el crecimiento de nuestra comunidad.
Como se
expresaba en la nota de la actualización anterior, a
Recreo le faltan infinidad de cosas para llegar a ser lo
que a partir de ahora es (un Tribunal de Faltas que
controle las infracciones cometidas por los vecinos,
cuestiones inherentes a desavenencias entre habitantes,
poda de árboles en época permitida, regulación de
velocidad máxima en caminos y calles, falta de
mantenimiento de las mismas, eventual cobro de multas por
las faltas cometidas, etc. Ello permitirá solucionar
problemas que en otro tiempo los tendrías que haber
resuelto la Comisión Comunal, y que por ahí, no tenía los
medios jurídicos para imponerlo.
A Recreo
le faltan algunos servicios públicos básicos, como ser el
agua potable en más de la mitad del distrito (de 14 km de
extensión), incrementad los servicios de barrido y
limpieza, mejorar y asfaltar caminos y calles, mejorar
problemas de iluminación, crear sitios de esparcimiento
(plazas y paseos), etc.
Por
lógica, los impuestos no deberían aumentar aunque los
gastos administrativos sean mayores, puesto que ello
afectaría directamente a la comunidad; y lo recaudado
debería invertirse en obras.
La
transición de pueblo a ciudad –en cuanto a infraestructura
se refiere- llevará mucho tiempo, y lamentablemente se
incurrió en el error –voluntario o no- de no hacer
participar a la población en este proyecto; y la manera
más plausible hubiera sido una simple consulta popular
invitando al pueblo a participar.
El ser
una ciudad tiene también muchas ventajas: se recibe más
coparticipación de parte del gobierno provincial, se tiene
otro tipo de comunicación con el gobierno Nacional, se
puede trabajar en conjunto con intendentes de otras
ciudades, y se pueden canalizar cuestiones de estado que
de otra manera no serían posibles hacerlas a través de la
Comisión Comunal.
Ahora
Recreo ya es una ciudad, y de todos nosotros dependerá la
construcción del futuro económico, social, cultural y
político de ella.
Recreo...
a pasos de ser ciudad
Nuestra localidad está muy
cerca de ser una ciudad, ya que cuenta con
algunos de los requisitos para serlo. El
principal de ellos es la cantidad de
habitantes.
El Senado recientemente dio
ya media sanción al proyecto de Ley y en
breve será aprobado.
Recreo tiene más de cien
años de edad, una rica historia, ocupa una
extensa franja en el Departamento La
Capital, tiene algo más de 14.000
habitantes, y el ser ciudad es un anhelado
objetivo al que se quería llegar hace ya
bastante tiempo.
Últimamente nuestro pueblo
ha cambiado su "cara" y está más
pintoresco, cosa que esperamos todos los
que amamos Recreo continúe y no sean
simples movimientos de piezas en un
tablero de ajedrez, ni tampoco una moda
pasajera
El ser ciudad implica muchos retos y
consecuencias a las que los
habitantes se puede enfrentar.
Lo primero que debe tener una
ciudad es la infraestructura necesaria para poder satisfacer la demanda de se
servicios públicos para que el sistema funcione. Ofreciendo un amplio espectro
de posibilidades, tanto sea para el poblador como para el visitante de paso.
Recordemos que gran parte de la
población permanente de Recreo vive en la zona rural del distrito, y la gran
mayoría no cuenta con los servicios básicos indispensables, como ser: provisión
de agua potable -es el ejemplo de Recreo Sur y la parte del Distrito desde
Carnevale hasta el Liceo Militar hacia el este y el oeste de la ruta 11-; alumbrado público, cordón cuneta, canales de desagüe y
entubados; caminos transitables (abovedados y enripiados), etc. En este sentido
vemos que nuestro pueblo a crecido mucho desde el punto de vista demográfico,
pero en muchos aspectos es el mismo que hace dos o tres décadas atrás. Sólo la falta
de seguridad representa uno de los peores males que ninguna sociedad culta y
civilizada debe tener, es un flagelo que debe ser erradicado, puesto que muchos
vecinos son víctimas de atracos, robos y crímenes aberrantes, incluso en la
planta urbana a escasas cuadras de la Comisaría.
El égido urbano no cuenta con
una red cloacal ni planta de tratamiento de residuos (ej. producción de biogas),
indispensable para la gran cantidad de habitantes, y tampoco con una red de Gas Natural,
con los beneficios que traerían esas obras a nuestra localidad, beneficiando no
solo a la población, sino también posibilitando la instalación de nuevas
industrias que darían sin dudas mano de obra a nuestra gente. Si
ello ocurre, habremos dado un paso importante con miras al progreso.
El ser ciudad
implica muchos retos y
consecuencias a las que los
habitantes se puede enfrentar.
Lo primero que debe tener una
ciudad es la infraestructura necesaria para poder satisfacer la demanda de se
servicios públicos para que el sistema funcione. Ofreciendo un amplio espectro
de posibilidades, tanto sea para el poblador como para el visitante de paso.
Recordemos que gran parte de la
población permanente de Recreo vive en la zona rural del distrito, y la gran
mayoría no cuenta con los servicios básicos indispensables, como ser: provisión
de agua potable -es el ejemplo de Recreo Sur y la parte del Distrito desde
Carnevale hasta el Liceo Militar hacia el este y el oeste de la ruta 11-; alumbrado público, cordón cuneta, canales de desagüe y
entubados; caminos transitables (abovedados y enripiados), etc. En este sentido
vemos que nuestro pueblo a crecido mucho desde el punto de vista demográfico,
pero en muchos aspectos es el mismo que hace dos o tres décadas atrás. Sólo la falta
de seguridad representa uno de los peores males que ninguna sociedad culta y
civilizada debe tener, es un flagelo que debe ser erradicado, puesto que muchos
vecinos son víctimas de atracos, robos y crímenes aberrantes, incluso en la
planta urbana a escasas cuadras de la Comisaría.
El égido urbano no cuenta con
una red cloacal ni planta de tratamiento de residuos (ej. producción de biogas),
indispensable para la gran cantidad de habitantes, y tampoco con una red de Gas Natural,
con los beneficios que traerían esas obras a nuestra localidad, beneficiando no
solo a la población, sino también posibilitando la instalación de nuevas
industrias que darían sin dudas mano de obra a nuestra gente. Si
ello ocurre, habremos dado un paso importante con miras al progreso.
El Municipio debe contar además
con un Tribunal de Faltas, hoteles, restoranes, un hospital público dentro de la
Planta urbana, centros de distracción, un Consejo Municipal -que por ende será regido por Concejales
elegidos por el pueblo-, etc.
Los
sueldos de los empleados
públicos deberán
adaptarse a la nueva
modalidad de "Municipalidad",
se deberá rever la
situación del personal
contratado y eventual, y
habrá nuevos cargos, los
que administrados de
manera austera y
coherente deberían
brindar resultados
satisfactorios y causar
el mínimo impacto
económico negativo en la
comunidad. Principal
faceta negativa: la
posible suba en los
impuestos.
Esto no representa un extenso
listado de contras ni malas ondas, es la pura realidad que viven muchos
municipios.
Este tipo de cosas hacen
a la ciudad,
y de nosotros mismos
dependerá saber elegir
nuestros representantes,
no sólo desde el punto
de vista personal porque
lo conocemos, porque es
vecino o pariente, sino
desde lo espiritual, lo
moral y lo intelectual,
mezcla equilibrada que
hace a la capacidad y la
idoneidad de una persona
merecedora de ocupar un
cargo público. Sólo así
sabremos si se está
dando un buen fin o se
están derrochando los
impuestos de la
población.
Una
ciudad no es ciudad si
sus habitantes no son
felices, si no se
posibilita la existencia
de industrias, si sólo
se ponen trabas
burocráticas, si no se
“invita” al visitante a
pisar nuestro suelo, si
no sabemos tratarlo,
hacerlo sentir a gusto y
contenerlo. Una ciudad
no es ciudad si se va a
gastar más dinero que el
que sus recursos puede
sustentar; y
principalmente una
ciudad no es ciudad si
la hipocresía y la falta
de valores extirpan las almas
de quienes la conducen o
habitan.
El
progreso llama a
nuestras puertas;
Recreo ya
casi es ciudad y estamos
todos contentos y
orgullosos. Seremos
ciudadanos de Recreo… si
vamos paso a paso y no a
saltos.


Abril de 2003... una marca en nuestras vidas
En
este mes tenemos dos hechos importantes que recordar:
uno es la fundación de Recreo y el otro la
catástrofe hídrica del año pasado, la cual se llevó
el trabajo, los sueños, la alegría, los recuerdos y
la voluntad de los habitantes de nuestra localidad.
En el mes
de abril de 2003 el río Salado ingresó a Recreo casi
sin darnos cuenta y cambió para siempre la vida de
nuestro pueblo. En esa oportunidad todos nos unimos
con un único propósito: salvar nuestras vidas y
nuestras pertenencias, aquellas que a lo largo de
toda una vida tanto nos costó conseguir
Miles de
manos hicieron falta para llenar bolsas de arena y
acarrearlas hasta los frentes de las calles y los
ingresos de las calles a modo de barrera de
contención, pero todo ese trabajo fue en vano. El
agua las rebasó y sin tregua inundó todo el distrito.
Comienza entonces el éxodo hacia lugares altos,
casas de familiares en otras localidades y centros
de evacuados, esperando que alguien nos ofrezca un
plato de comida, medicamentos y una manta para
abrigarnos.
Ese día
se transformó en una pesadilla, una lúgubre visión
se hizo realidad y el silencio y la oscuridad
invadió nuestras vidas. Las noches se hacían
interminables cuando caía e Sol a eso de las 7 de la
tarde; el ruido de los remos de las canoas y el
chapoteo de los pies al hacer largos y sigilosos
pasos en el agua por un momento lograba alterar la
tensa paz. Esta situación era muy parecía un alto el
fuego en medio de la guerra, ya que los dueños de lo
ajeno arreciaban en la noche y saqueaban lo poco que
quedaba en nuestros hogares. Tiros de escopeta de
los moradores que cuidaban las viviendas retumbaban
en la espesa noche, algunas veces aderezada con
llovizna y se escuchaban en todo el pueblo,
señalando que alguien trataba de robar. El pueblo
fantasma daba sobresaltos y luego... la quietud.
La
inundación sacó a relucir además las miserias
humanas, puesto que muchos inescrupulosos sacaron
partido de esta situación extrema, especulando con
la ayuda proveniente de muchos lugares de la
provincia, el país y el mundo, quizás acopiándola
para las campañas políticas que se avecinaban. Esto
está totalmente fundamentado, ya que muchos
funcionarios provinciales, familiares y amistades
han sido "sorprendidos" en este tipo de actos, claro
está que a esta altura ya muchos ni lo recordarán.
Es increíble la bajeza a la que han caído por la
sola razón de obtener ventaja de esta situación
extrema a costa del sufrimiento de sus semejantes.
Más de
una semana estuvimos con el agua al cuello hasta que
lentamente comenzó a bajar. Allí empezó una nueva
odisea: la reconstrucción de nuestros hogares. La
suciedad colmó las calles, veredas y casas, y un
olor nauseabundo se adueño del aire. En las veredas
sólo se veían colchones mojados y muebles destruidos,
sacados a la calle por los infortunados pobladores.
La gente deambulaba por las calles con miradas
perdidas sin saber qué hacer, en un lugar donde el
fantasma de un futuro poco prometedor invadió
nuestras vidas, vidas que habían sido violentadas
por este río, y que quizás pudo ser evitado. De
todas maneras el daño está echo y dejó una huella
imborrable en nosotros. El daño psicológico que
persiste en nuestras mentes produce sobresaltos y se
hace muy evidente en los niños... ven llover y
automáticamente lo asocian con el río. A esto no hay
dinero que lo resuelva. |
Lamentablemente siempre es tarde para lamentos
cuando no se toman los recaudos necesarios para
evitar catástrofes que pueden ser evitadas,
solamente hace falta tener criterio y voluntad
política para hacer las obras de ingeniería que las
evitarán. Aparentemente muchos son verdaderos
expertos en dar excusas y explicar lo inexplicable,
son genios de la literatura para dar argumentos de
lo sucedido y pelean como en riña de gallos para
deslindar responsabilidades.
De nada
sirven la ayuda económica y la contención social si
no tomamos conciencia de lo que puede ocurrir y no
estamos preparados para estas eventualidades. Esto
puede suceder otra vez, porque estamos cambiando el
clima del planeta y la naturaleza de alguna manera
nos lo hace saber, desgraciadamente no lo tomamos en
serio, y estaremos pues nuevamente repitiendo la
historia. Debemos aprender de los errores o será
demasiado tarde para arrepentirnos. |
|
No pongo
en tela de juicios ni mucho menos el accionar de la
Comuna de Recreo, ni a sus funcionarios ni a su
personal, ya que lo vivido fue un evento sin
precedentes -al menos de esta magnitud- en nuestra
zona y todo el mundo puso lo mejor de cada uno y los
medios necesarios -maquinarias, recursos económicos,
recursos humanos, etc...- al servicio de la
comunidad. El potencial humano, la solidaridad, la
voluntad y la capacidad de resolver dificultades
fueron los protagonistas principales en esta lucha
contra el poder de la naturaleza y una vez más nos
dimos cuenta que al momento de ayudar o tender una
mano no existen diferencias ni barreras; estas son
fases positivas que dejó la inundación, ya que hemos
hecho nuevos amigos, y aquel que otrora quizás
mirábamos con desconfianza terminó ayudándonos en el
peor momento. El río nos afectó a todos por igual,
porque aunque muchos no lo admitan, respiramos el
mismo aire, caminamos por las mismas veredas, vamos
a los mismos comercios, asistimos a las mismas
escuelas y principalmente habitamos este mismo suelo.
En este tipo de emergencias observamos los
verdaderos valores humanos... muchas veces
desgraciadamente también vimos, por falta de
sensibilidad, la carencia de los mismos.
Hoy, a un año de la catástrofe que marcó a fuego
nuestras vidas, una sonrisa trata de iluminar
nuestros rostros. Pero aquellos que perdieron todo,
seguirán buscando a los responsables, para de una
vez por todas poder finalizar la reconstrucción sus
vidas y cerrar este capítulo negro e infame de
nuestra historia reciente, esperando celebrar con
alegría los 114 años de vida de nuestro pueblo pero
sin olvidar el pasado, porque como lo dice el dicho,
"un pueblo
que olvida su pasado, está condenado a repetirlo".
Por
este medio quiero agradecer en nombre de los
habitantes de Recreo a aquellos que arriesgaron todo,
incluso al límite de poner en peligro su vida, en
favor de toda la comunidad.
José
Marcelo Tesari |
Inundaciones
en la Provincia de Santa Fe
Los
santafesinos estamos acostumbrados a la crecida del Río
Paraná, ya que nos da tiempo suficiente para evacuar zonas
costeras y construir defensas, pero este fenómeno natural
de magnitudes sin precedentes en nuestra provincia nos
tomó de sorpresa, dejando a miles de personas sin hogar,
pérdidas millonarias y decenas de víctimas fatales.
Los más de 800
milímetros de lluvia caídos en el norte del país a finales
del mes de abril, hicieron que el nivel del río Salado
subiera casi más de 2 metros de lo normal, desbordándose
en todo su cause.
Primero provocó
el corte de varias rutas y puentes que comunican al
departamento La Capital con el interior de la Provincia,
aislando toda esa zona, muchas de ellas de vital
importancia para el transporte de materias primas desde y
hacia el interior del país. La ruta provincial Nº 4 se
cortó a la altura del puente de Cululú, siguió luego la
ruta provincial Nº 70 que une Recreo con Rafaela en donde
había -en diversos sectores- más de 50 cm de agua sobre la
calzada.
El día 28 fue
el desencadenante de la catástrofe natural más devastadora
que los santafesinos hayan sufrido jamás. Esa madrugada se
cortó la ruta 70 y los pobladores acudían a las banquinas
porque las aguas del río habían arrasado sus casas; lo
mismo ocurría en el pueblo, donde cientos de personas
trataban de contener el avance de las aguas con bolsas de
arena a modo de barrera. Pero el agua igual ingresó al
pueblo y comenzó a anegar la zona de los barrios FoNaVi,
los barrios Hipotecario, el Cementerio local además de los
campos.
La alarma se
suscitó entonces en la zona centro del distrito Recreo
cuando las aguas cubrieron la totalidad de la planta
urbana en más de un metro de altura. A partir de allí fue
en vano todo intento de sostener el avance incontrolado
del río Salado, llegó a Recreo Sur el lunes a la noche y
siguió creciendo sin saber hasta dónde llegaría.
El resultado de
esta crecida fue el de casi todo el pueblo de Recreo
evacuado: 11.000 personas. Muchas de ellas fueron
derivadas a otras localidades, a clubes, al Liceo Militar
General Belgrano a Santa Fe, etc...
La ciudad
capital de la Provincia vivió la misma situación al otro
día, solo que multiplicada por miles. El agua ingresó a la
ciudad por la zona oeste, llegando en algunos lugares a
más de 4 metros de altura. Lo peor es que muchísima gente
no tuvo tiempo siquiera de evacuarse a tiempo y perdieron
todo en pocos minutos.
Al igual que en
Recreo mucha gente se quedó en los techos de sus
domicilios o enviaron a sus familiares a los centros de
evacuados quedando solamente el jefe de familia, porque
desgraciadamente hasta en este tipo de situaciones límites
los miserables amigos de lo ajeno irrumpieron en muchos
lugares para robar y saquear. Por este motivo se decretó
una especie de toque de queda y comenzó a actuar la
policía en compañía de Gendarmería Nacional.
En poco tiempo
las radios comenzaron sus transmisiones especiales
alertando a la población, dando listas de evacuados;
pidiendo alimentos, frazadas, colchones, velas linternas,
y todo lo que ayude en esta situación. El tráfico sobre la
ruta 11 cambió del día a la noche, y solo se veía el paso
de tractores con acoplados cargados de gente y muebles,
camiones con arena, gente a pie sin rumbo fijo y ganado.
De igual manera de cielo era surcado constantemente por
aviones del ejército y helicópteros, transportando ayuda y
sirviendo para asegurar la seguridad de las áreas
afectadas, ya que muchos inescrupulosos se aprovecharon de
la situación para cometer robos y saqueos en comercios y
domicilios anegados. Tratando de apalear este accionar los
jefes de familia, atrincherados" en los techos de sus
casas, protegían a punta de arma de fuego lo poco que les
quedaba.
Recreo al igual
que la ciudad de Santa Fe, al caer la noche se
transformaban literalmente en el Lejano Oeste, en donde se
hacía común el ruido de los disparos en medio de la
oscuridad.
Lamentablemente
esta situación se cobró víctimas fatales en la ciudad de
Santa Fe, y posiblemente se sumen más, ya que el lento
descenso de las aguas mostrará una realidad imposible de
creer.
Por su parte la
Comuna de Recreo se abocó a la tarea de entregar
alimentos, ropa y colchones, de manera equitativa y de
acuerdo a lo que el damnificado manifestaba, pero la
situación que se vivía desbordó cualquier control que se
quisiera hacer, y mucha gente retiró más bolsones que los
que merecía, pero jamás se incurrió en el mal proceder por
parte de quienes desinteresadamente ayudaron, al
contrario, todo el mundo hizo todo lo que estaba a nuestro
alcance para satisfacer las primordiales necesidades de
los damnificados.
El
inconveniente se suscitaba cuando muchos de los que se
presentaban para retirar alimentos, lo hacían con
distintos familiares varias veces a la semana, incluso
muchos falseaban los datos personales, hasta su número de
documento.
La maratónica
tarea de preparar los bolsones de alimentos, clasificar y
entregar las prendas y los colchones, al principio no
permitía el tiempo necesario para elaborar un sistema que
evitara el descontrol, pero tiempo después se
informatizaron las planillas y se encontraron las
irregularidades que evitaban una distribución pareja y
controlada.
A pesar de
todos los sacrificios y el empeño que ponen todos los que
colaboran en la ardua tarea de entregar la ayuda, existen
quienes tratan de entorpecerla, inventando falsas
denuncias que no pueden comprobar, como lo fue el tema de
las cajas de mercaderías, donde se llegó a decir que la
Comuna acaparaba donaciones en galpones para posteriores
usos, galpones que fueron alquilados con anterioridad para
albergar a los evacuados y que luego se usaron como
depósitos de tránsito de mercadería por falta de espacio
físico dentro del edificio comunal.
Este tipo de
comentarios entre otros más descabellados, están
inmensamente alejados de la realidad, ya que la mercadería
que se entregó en cajas pertenecía a la ayuda proveniente
de la provincia de Córdoba, y una vez agotada esta
mercadería se comenzaron a armar los bolsones, con
mercadería donada por entidades y la obtenida a través de
compras realizadas por la Comuna a empresas mayoristas de
la zona.
Otro comentario
que entristeció a todos los que ayudaron y seguirán
ayudando es el que acusaba a la Comuna y su personal de
desatender a la población frente a esta situación;
comentario totalmente falso, ya que el personal, durante
las semanas más difíciles trabajo 24 horas al día, muchos
de ellos sin dormir y consumiendo lo mínimo como para
mantener sus fuerzas. El Servicio Social de la Comuna
prácticamente atiende durante todo el día sin cesar en sus
actividades, al igual que el área de salud con sus
guardias permanentes. El Presidente Comunal Juan Carlos
Patricelli trabajó a la par del personal de la Comuna, y
últimamente ha sufrido percances en su salud que lo
obligaron a guardar reposo, producto de la presión a que
estuvo expuesto durante la emergencia.
Entre las áreas
abocadas a la emergencia producida por la inundación se
encuentra la Secretaría de Obras Públicas y Arquitectura,
que es la encargada de diagramar y ejecutar las diversas
obras que a futuro evitarán este tipo de situaciones.
Lentamente la
gente regresa a sus hogares, y es allí donde comienza la
ardua tarea de reconstruir sus vidas, pero conociendo a
nuestra gente, pensamos que Recreo en poco tiempo volverá
a ser el pueblo pujante que siempre fue.
Las autoridades
de la Comuna de Recreo agradecen la invalorable labor de:
Gobierno de la Nación Argentina, Gobierno de la Provincia
de Santa Fe, Defensa Civil, Cruz Roja Argentina, Ejército
Argentino, Gendarmería Nacional, Prefectura Naval
Argentina, personal de la Comuna, Servicio Social, Área de
Salud de la Comuna, Bomberos Voluntarios, Policía de Santa
Fe, pobladores de Recreo, y todo aquel que de una u otra
manera colaboró en las distintas tareas comunitarias, de
socorro, etc... Situaciones que durarán por un tiempo
hasta que nuestra localidad vuelva a la normalidad.
Por otra parte,
la Comuna de Recreo, espera que las futuras obras
proyectadas por el Gobierno de la provincia de Santa Fe
sirvan para evitar una nueva emergencia si se produjera
otra crecida del Río Salado, para lo cual se debería
escuchar a quienes habitaron toda la vida este suelo y
conocen la "vida" del río como la propia.